domingo, 21 de junio de 2009

La Pobreza de los Ricos - Abigail Reyes

La pobreza de los ricos, principalmente de aquellos que se llaman a sí mismos cristianos radica en la falta del amor de Cristo en sus corazones y de su incapacidad para ser misericordiosos y justos. Todo aquel que dice ser cristiano y explota a su prójimo, acumula riquezas y en el nombre de Dios obra injusticias es mentirosos.

Los ricos de nuestro pueblo profesan conocer a Jesús pero ser cristianos trasciende hasta conformar una intima y profunda relación entre la palabra dicha y la acción; entre el profesar y lo real. Ser cristiano significa ser seguidor de Jesucristo y mostrar una total fidelidad a su doctrina. Pero Jesús es un ejemplo concreto y perfecto pues el profesa y vive lo que profesa, profesa amor y brinda amor, habla de justicia y la ejerce, exhorta a que los que le rodean sean misericordiosos y el es misericordioso, da de comer al hambriento, sana a los enfermos y en resumen ayuda al necesitado, el principio y fin de su ministerio es el ser humano.

Jesús nos hace un llamado a ser participes de una verdadera acción de fe y lo hace en el evangelio según mateo capitulo 19, versículos 19 al 23; por ello cuando el amor a las riquezas y a los bienes sobrepasa a la misericordia y a la justicia surgen atropellos, violaciones a la dignidad de las personas y se tienen problemas como los que los salvadoreños y salvadoreñas hemos sufrido durante años y que esperamos que a partir de hoy sea diferente.

Los que dentro de este sufrido pueblo se jactan de ser cristianos, pastores, consejeros espirituales y a su nombre le anteponen los calificativos de doctor, master, ingeniero, etc ; como cosa a la cual aferrarse no conocen el significado de la palabra humildad y sin duda alguna están muy lejos de conocer a Jesús. Los pastores que llenan sus bolsillos, construyen grandes edificios y en el nombre de Dios conviven con los ricos cerrando sus ojos a las necesidades de las mismas iglesias que dirigen, sin duda alguna no conocen nada de Jesús. Los políticos que han fingido que el fin de su trabajo y sus acciones es el ser humano y que han sido los mismos que minimizan los problemas reales del país, los que habiendo tenido el poder para ayudar al necesitado y no lo hicieron, aquellos que hacen fraude y que todas sus acciones las justifican bajo el nombre de la palabra “cristianos”, no conocen a Jesús. Hay épocas en las que la frase “soy cristiano” se pone de moda en la esfera política de El Salvador y no les da vergüenza usar esa frase, aunque luego todos los ciudadanos nos hemos quedado sin obras de mitigación en las zonas de alto riesgo, aunque la pobreza siga siendo profunda y unos cuantos tengan los bolsillos llenos. Aunque mueran los que bien les sirvieron y peor aún muy a pesar de que sigan muriendo inocentes, ellos se siguen llamando a sí mismos “cristianos”.

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